Podemos enriquecer la relación de pareja, no solamente desde la rigidez de la adultez sino desde la sabia comprensión donde podemos sacar nuestro niño interior a relucir; para soltar la resistencia y encontrar un punto neutro donde se coloque como prioridad el propósito común del estar juntos, que permite descubrir lentamente el verdadero amor.
1. EL QUE CEDE GANA
Cuando en pareja jugamos a no siempre tener la razón es un maravilloso comienzo para ser flexibles; y nos pone en disposición de mente abierta para comprender que el punto de vista del otro también es una manera diferente de ver la situación.
2. YO PRIMERO
Este juego tiene que ver con el servicio, estar dispuestos primero a hacer lo que para cualquiera de los 2 es pesado desde lavar los platos hasta sacar a pasear el perro, aunque no te guste, les permitirá saber que finalmente el estar juntos es aprender del otro, saliendo de tu zona de confort.
3. PONERME EN LOS ZAPATOS DEL OTRO
De manera literal, este juego permite reconocer que siempre una misma situación tiene una manera de interpretar diferente, ni buena ni mala, solo diferente, que te colocara en un lugar incómodo pero también valioso. La diferencia enriquece no se juzga ni se critica.
Esperamos que estos juegos les permitan recrear la relación, crecer, fortalecerse y convertirse en una mejor opción todos los días para el otro, donde el vivir en pareja sume, no reste, donde finalmente uno más uno sean más que dos.
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